El gobierno busca una nueva estrategia para conseguir su objetivo de acabar con la educación especial, aunque las familias, quieren este modelo porque ven que es el mejor para sus hijos.

Ahora han decidido acabar con ella ‘despacito’, como nos dicen en un simpático vídeo. La estrategia es ir derivando a los alumnos a otros centros y, paulatinamente ir vaciando los centros de educación especial.

Esta estrategia de ir ahogando paulatinamente, para que la sociedad no reaccione, es la que ya está utilizando el Gobierno en otros casos que atañen a la libertad de educación, minando poco a poco la clase de Religión en los centros públicos, o arrinconando a los centros concertados en detrimento de los centros públicos.