Se ha presentado ya el borrador de la LOBE (Ley Orgánica Básica de Educación) que empieza así ya su camino hacia la aprobación parlamentaria para su aplicación. Algo que, según parece, el Gobierno quiere hacer con cierta celeridad, intentando que se aplique para el próximo curso escolar. Ciertamente algo difícil, y que en cualquier caso nos aboca a una ley que nace sin el debido diálogo y, por ello, con una falta de consenso mínimo. No es un buen comienzo para una ley que surge, según dicen, por la falta de consenso con la que se aprobó la LOMCE.
Más allá de esta circunstancia (importante, sin duda) nos encontramos con un borrador que incide en las líneas que ya se presentaron en la propuesta aprobada por el Consejo de Ministros el pasado quince de febrero de 2019, y que nos alertaron ya en su día.
Por una parte se trata de una ley con una gran carga ideológica, especialmente en el tema referido a la ideología de género. Bajo el epígrafe de educar para la no discriminación, hay un altísimo riesgo de un adoctrinamiento en planteamientos con un marcado carácter ideológico.
En segundo lugar, la asignatura de Religión, siempre en el candelero en tiempos de reformas educativas, vuelve al estatus que tenía en la LOE. Es decir, pasa  no tener asignatura espejo para aquellos que no cursen Religión y deja de contar la nota para becas y selectividad. Una situación claramente injusta que pone contra las cuerdas a esta asignatura, como ya vivimos en tiempos de Zapatero.
A estos puntos hay que sumar el planteamiento de acorralar a las escuelas de educación diferenciada, o el de suprimir lentamente las escuelas de educación especial. Ciertamente dos ataques claros al deseo expreso de los padres que optan por estos modelos porque consideran que son los mejores para la educación de sus hijos.
Ciertamente se abre un periodo parlamentario de enmiendas para su posible mejora, y las autonomías tienen un gran papel en la aplicación de la ley, que en algunos casos pueden paliar la situación. Pero en todo caso los primeros pasos de esta ley no son buenos en lo referente a la libertad de educación.